Una vez, en un pueblo llegó a
vivir un chico llamado Mario que no era como los demás. No vestía como la gente
de su edad, sino que parecía que llevaba la ropa que vestía su padre cuando era
pequeño, además, era muy tímido y tartamudeaba
al hablar y por si fuera poco tenía estrabismo.
Cuando llegó al pueblo, lo
primero en lo que se fijaron fue en su aspecto físico y ningún chico quería ser
su amigo porque les daba vergüenza ir con él. Así que Mario fue creciendo solo
y sin amigos y encontró su mejor amigo
en los libros; llegó a ser un buen estudiante y sacaba las mejores notas del Instituto
, pero seguía sin amigos. En la Universidad, estudió Medicina y cuando acabó
consiguió una plaza en un hospital cercano al pueblo.
Paso el tiempo y seguía
estudiando e investigando en Medicina y
unos años más tarde varias personas de la comarca empezaron a sufrir una
enfermedad que nadie conocía y que se extendió rápidamente llegando a
convertirse en una epidemia. Varios chicos de los que antes no querían
relacionarse con él, se infectaron de lo que parecía un nuevo virus desconocido
para todos.
Ningún médico encontraba la
cura porque no sabían a que se enfrentaban. Mientras, Mario, empezó a estudiar y
no paró hasta que descubrió un fármaco que la curaba. Y así fue como consiguió salvar a muchos de los que
no querían ser sus amigos.
A partir de entonces, todos
empezaron a admirarle, le hacían regalos y le invitaban a sus casas e incluso
le hicieron “HIJO PREDILECTO DEL PUEBLO” porque
se dieron cuenta que había sido injustos con él.
VALORES MORALES
La solidaridad y la bondad de
Mario, que aparece cuando este pone todo su empeño para encontrar cura a la
enfermedad que afectaba a los que le rechazaban.
La felicidad que encuentra
Mario en los estudios conformándose, al ser rechazado por todos.
La necesidad de que sepamos que
todos somos iguales a pesar de nuestro aspecto, es decir, la igualdad que no
consideraron los chicos del pueblo.
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